Asisto estupefacto a la catarsis de amor Obámico, a las alabanzas a la figura del nuevo mentor del orden mundial que mañana guiará nuestro camino en el planeta Tierra. Desde que este hombre de edad media, perteneciente a la clase dominante de toda la vida, apareció con el slogan hecho a la medida de «personas en riesgo de exclusión«, el famoso «Yes, We Can«, se nos ha ido un poco la cabeza a todos, y estamos idolatrando a alguien que, seguramente, nos defraudará.
Parece que estos días, obnubilados con un esperanzador futuro de amor y paz demócrata – el mismo partido que tardó un siglo en aceptar a los negros como algo mas que material de labranza – en el que San Obama nos lleve a la paz mundial, la esplendidez económica y el amor libre, se nos olvida algún matiz importante.
El señor Barak Obama es parte de la clase dirigente de la mayor economía del mundo, y ni esa imagen descafeinada (nunca mejor dicho) que nos han ofrecido los expertos en márketing, ni las promesas de un mundo mejor – que no sin guerras -, ni la aparente apertura de la cerrada mente del norteamericano medio, hará que Obama sea un presidente distinto.
Se le ha pretendido igualar a Kennedy (el primero de los asesinados, aunque valdría cualquiera), ese presidente norteamericano, también de la clase dirigente y millonaria de toda la vida, que obtuvo la gloria post-mortem gracias a las balas perdidas de vaya usted a saber quien, y adornado por la conspiranoia neohippie. No contento con eso ayer mismo pretendió emular a Abrahan Lincoln, con ese viajecito en tren, joya para la pléyade de acólitos con cámara digital al cuello.
Pero lo peor de todo es que no solo ha provocado ese éxtasis de los sentidos en el público norteamericano sino que en el resto de países, la clase política soñadora y, al tiempo, fracasada en sus propios países, lo han acogido como el redentor de todos los males de este mundo. Han pasado de la Americanofobia a la Obanamanía en un abrir y cerrar de ojos, como si a partir de mañana el gobierno de los U.S.A. fuera a dirigir nuestras vidas hacia un futuro de amor, paz y rios de leche y miel.
Y no, queridos Obamamizados, a partir de mañana todo seguirá igual. El Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica seguirá velando por los intereses norteamericanos igual que los anteriores presidentes, seguirá rindiendo pleitesía a los patrocinadores de su campaña (¡anda, que curioso, los mismos que los de los otros candidatos!), los verdaderos poderes del estado, como en cada estado.
¿O es que te pensabas que el programa político de Obama era acabar con las fronteras, repartir las ganancias de los ricos entre los pobres de la tierra y regalar marihuana por las calles?. A ver ¿es que nos hemos vuelto todos gilipollas de repente?. Porque si, hé de reconocer que los americanos saben publicitar lo suyo como nadie, hasta sus fracasos nos parecen heroicos, pero de ahí a perder totalmente el sentido, me parece a mi que debemos ser un poco mas reflexivos ¿no te parece?.
Mas nos valdría mirar hacia nuestra casa y exigir a los políticos a los que hemos votado que se preocupen por los problemas de su país, por mejorar las condiciones sociales, fomentar la economía y acabar con la violencia y el terrorismo, y no dejarnos llevar por ilusiones, por un nuevo mesías negro venido del otro lado del Atlántico. Dejemos que ese telepredicador del smiley se ocupe de sus asuntos, y decepcione como todos los presidentes de los EE.UU., y ocupémonos de nuestros propios problemas.
¡SUSCRÍBETE A NAVEGANDO CON RED!
Si no quieres perderte ninguna publicación suscríbete a la lista de correo. Recibirás solo un email diario y solo si hay nuevo contenido.
Eventualmente recibirás contenido exclusivo y ofertas especiales.
Hasta yo mismo escribo sobre la llegada de Obama a la casa…Blanca. Se han creado en él muchas expectativas que, esperemos,sepa cumplir e infundir esa esperanza e ilusion tan carente en nuestros días.
Un saludo
Muy buena critica ;) añadiria que los politicos tienen poco margen de maniobra, hay otros poderes que mandan igual o mas que los estados y no estan mas comprometidos que en ganar mas y mas dinero, los grandes cambios siempre se han hecho por las armas y el mundo ahora esta diseñado para que nos preocupemos solo de nuestro pequeño entorno y bienestar, no espero que Obama se salga del guión, algo bueno traera pero sera lo que le dejen.
Nadie piensa que Obama cambiará todo el mundo…
Lo que todos queremos, es que saque a EUA de éste hoyo económico en el que está.
Si él llega a hacer ésto, automáticamente estará ayudando al resto del mundo, ya que como hemos visto ante nuestros ojos… queramos o no, todo el mundo depende de USA.
Saludos.
Sólo espero que a los americanos (y los demás) no les pase como a nosotros con Fernando VII (el deseado).
Un saludo
No es que cambie el mundo, el punto es que no haga lo que los otros presidentes o aunque sea no nos decepcione!!
Ahi que darle un poco de fe a esto!
Muy bueno tu artículo Fernando, estoy totalmente de acuerdo. Qué no es Superman, es sólo un hombre, que aunque quiera cambiar las cosas no le van a dejar porque USA lo gobiernan la industria armamentística, la maderera, la petrolífera, etc. y no es tan fácil levantar la economía de un país así como así.
Yo me alegro mucho de que Obama sea el nuevo presidente porque se le ve con ganas y se larga ya el payaso de Bush, pero parece que nos hemos vuelto locos, y es el mismísimo Jesucristo venido de los cielos para salvar al mundo.
Gracias Cristicona :)
De hecho ayer la bolsa no se ha visto influenciada con esa «ilusión», Wall Street ha caído un 4%. Veremos si hoy se ven envueltos en la confianza y sube