Hoy quiero hacer un llamamiento a mis vecinos serranos para que tengamos unas fiestas navideñas, esas que dentro de unos días comenzarán, en paz, y no es la típica frase de centro comercial sino que lo transmito con dolor y preocupación.
Dolor y preocupación por el terrible hecho de violencia que el pasado fin de semana ha terminado con la muerte de un hombre en la discoteca El Mono de Cercedilla cuando trataba de mediar en una pelea.
Es especialmente terrible que fuese precisamente quien trató de poner paz quien haya fallecido de manos de aquellos a los que quería apaciguar; seis jóvenes que seguramente empezaron la fiesta con ganas de tener una noche memorable y terminaron con sus huesos en el calabozo de la Guardia Civil y una acusación de homicidio que truncará su vida para siempre, como ellos acabaron con la del joven fallecido.
Es doloroso y preocupante que jóvenes con poco más de veinte años, en vez de disfrutar de su juventud, acaben bailando con la muerte, que por no saber disfrutar sanamente de su vigor, acaben destrozando una vida de otra persona, y las familias de unos y otros, que estarán pasando unos días terribles, con su hijo preso, o lo que es peor, muerto.
Se acercan las fiestas navideñas, que además de traernos regalos y alegría, también, tristemente, suelen venir acompañadas de las peores cifras de accidentes de tráfico, excesos etílicos y, en ocasiones, peleas que pueden acabar en desgracias, convirtiendo la fiesta en funeral, la alegría en dolor insoportable.
Por este motivo pido a mis jóvenes vecinos que disfruten, que lo pasen bien estas fiestas, pero guardándose algo para el día siguiente, gozando del ahora pero sin arruinándose el mañana.
Pido a nuestras fuerzas de seguridad que nos protejan de los irresponsables, como siempre, trabajando y cuidándonos mientras el resto se divierte.
Pido a nuestros responsables mediáticos y políticos que llamen a la alegría, pero también a la responsabilidad.
Pero sobre todo quiero transmitir mi cariño, y solidarizarme con su dolor, a la familia de ese hombre que ya no podrá disfrutar de ninguna fiesta, una familia para la que muy difícilmente habrá otra navidad, unas fechas que, tristemente, siempre les traerán este terrible recuerdo con el que tendrán que vivir.
Os pido a todos que tengamos unas felices navidades, que no tengamos que recordar por hechos tan terribles como la muerte de una persona en una fiesta.
Columna de opinión del día 2 de diciembre de 2015 en el programa Hoy por hoy de la Cadena SER Madrid Sierra. También puedes escuchar el audio aquí mismo:
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